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Es imperativo y urgente encontrar una forma de unir nuestras fuerzas y de colaborar en todas las formas posibles, en completa fidelidad con la Iglesia y con sus pastores para lograr responder juntos al desafío de Internet y del mundo digital. Jesucristo oraba:“Padre, que sean uno, para que el mundo crea” (Juan 17,21)
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Esta necesidad de la unidad y de la colaboración es sin duda espiritual pero también es funcional, particularmente en Internet: pues si 10 o 20% de la inmensa galaxia cristiana créase enlaces hacia un medio de colaboración internacional común, éste sería de manera automática especialmente bien referenciado en los motores de búsqueda. Ninguna comunidad en el mundo tiene tal potencial, y está a nuestro alcance usarlo. Hay una verdadera necesidad porque solos y divididos nada podemos en la globalización y solamente estando unidos podremos responder al desafío del mundo mediático y de la revolución digital. El criterio más importante para ser el n°1 en Google es tener muchos enlaces que dirijan la búsqueda hacia ustedes.
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La Fundación para la Evangelización a través los Medios (FEM), fue creada en 2010 en Roma, con el apoyo del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, y quiere ser una instancia de intercambio, de encuentros, de debates reuniendo a los responsables de la Iglesia, a los empresarios con los grandes movimientos que participan en la evangelización y en los medios de comunicación, para alentar concretamente su cooperación y su colaboración. La convicción de la FEM es que sin esta unidad, los desafíos contemporáneos de la Iglesia en el ámbito de evangelización no se realizarán eficazmente. Nuestra vocación: Establecer un servicio de colaboración para dinamizar la presencia del Evangelio en los medios y en el mundo digital.
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Nuestros 3 objetivos:
1) La extensión de nuestra reunión eclesial:
La acción de la FEM será más eficaz y legítima cuando esté realmente compuesta de instituciones de Iglesia importantes y activas en la evangelización y por los Medios. Estos miembros activos son los que controlarán la FEM y definirán juntos su gobierno, sus elecciones, sus proyectos y la afectación de sus recursos.
2) El apoyo y el desarrollo de proyectos concretos:
La FEM concebirá y apoyará proyectos de colaboración concretos que puedan responder de manera eficaz a las necesidades de nuestros tiempos. Estos proyectos estarán al servicio de todos los Medios, de todos los productos y de todas las producciones cristianas para la Nueva Evangelización.
3) La movilización de medios financieros:
La FEM se organiza para colocar progresivamente en una quincena de países una estructura eficaz de fundraising, destinada a movilizar medios financieros suficientes para apoyar sus iniciativas, acercándose tanto a grandes donadores como al público en general. -
Nuestra intuición clave: Solos y divididos, los cristianos no son nada en el mundo globalizado, es solamente juntos que pueden realizar proyectos de colaboración para hacer frente a los problemas y encontrar nuevas formas de anunciar mejor el Evangelio a través de los Medios de comunicación.
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La principal ventaja de la FEM es que cada vez más personas y movimientos se adhieren a esta idea de la necesidad de unidad y de colaboración para la Evangelización, sobre todo en el ámbito de los medios de comunicación. El progreso de esta idea se refleja en primer lugar en una extensión continua de las redes de la FEM, que se materializa cada año, durante nuestra reunión anual en Roma, dos días de amistad, trabajo, reflexión y de compartir.
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Se refleja también en el desarrollo de proyectos concretos y atractivos en conjunto y finalmente por la estructura de nuestra institución en diversos países, con equipos motivados y comprometidos.
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La FEM es una institución abierta que tiene la vocación de desarrollarse y extenderse cada año para responder todavía más a su objetivo de una amplia y gran colaboración al servicio de la Nueva Evangelización.
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La transmisión de la fe ya no se hace fácilmente y es un problema muy grave para la Iglesia, para el mundo y para nuestro futuro: La cultura moderna ignora el Evangelio; los jóvenes ya no conocen sus bases. El Cristianismo está, no obstante, el origen de nuestra civilización: los valores de respeto, de tolerancia, los derechos del hombre, la libertad, el amor al prójimo, las obras de caridad vienen del Evangelio. El siglo XX mostró a qué punto otras voces, ideologías o integrismos pueden llevar a otras direcciones y hacer perder a nuestras sociedades su brújula y sus valores, con consecuencias muy graves.
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El anuncio del Evangelio es un reto de fe y también es un reto de civilización: ¿Qué mundo queremos para nuestros hijos? La débil presencia de la voz y de las ideas cristianas en los Medios de comunicación que forjan la cultura contemporánea, deja circular muchos errores sobre la visión cristiana del mundo y de la sociedad tal como sobre la fe, la historia de la Iglesia, la fe y la ciencia, etc. Hoy en día las posiciones cristianas son mal defendidas e inaudibles. Los grandes debates públicos son regularmente centrados en un pensamiento único que nada contradice, siendo orientados por la deformación o la marginalización de todo punto de vista alternativo.
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Los Cristianos somos portadores del mensaje más bello del mundo, existen en nuestra tradición unas riquezas magnificas que permanecen desgraciadamente desconocida para el público y los Medios masivos de comunicación dominantes. Es imprescindible reunirse con la gente allí donde está y hablar su lenguaje. La revolución digital cambió el mundo, y la Iglesia debe absolutamente adaptar su manera de anunciar el Evangelio. La FEM se concibe como un servicio para contribuir a realizar el reto.